Transformación digital de clases presenciales a online

Soy una mujer con amplios intereses y facetas. Esto me ha llevado a experimentar distintos escenarios y así fortalecer mi propuesta de valor como constructora de proyectos digitales. Entre estas facetas se encuentra la de profesora de Gerencia en el Instituto de Diseño Darias, en el cual he asumido el reto de dar clases online en Venezuela.

Tengo 5 ó 7 años brindando entrenamiento personal e In company, siempre me ha parecido muy satisfactorio porque tienen mucho del “aprender haciendo”. Más recientemente he experimentado el aula de clases. Ha sido sumamente divertido, porque aprendo de las caras de mis estudiantes, cada reacción se puede aprovechar para mejorar las explicaciones y el entendimiento.

En esta misma línea de aprovechar mis conocimientos para la enseñanza en noviembre 2019 inicié mis cursos abiertos a público general bajo Kairy.Me. Estos cursos también han sido muy divertidos y provechosos, especialmente he aprendido sobre ventas en el sector educativo.

Como lees soy una constructora de proyectos digitales, que durante años ha hecho de la educación su negocio físico. Así que, como tantos de mis clientes, descubrí que esta línea de negocios no era considerada un bien esencial, mientras el resto de mis negocios digitales han seguido productivos. Entonces, con la cuarentena llegó la hora de enfrentarme a la digitalización de las clases y llevar las online. Esto como profesora que disfruta dar clases, porque como estudiante soy fan de los webinars, cursos y entrenamientos online, porque me ayudan a mantenerme actualizada, expandiéndome y ofreciendo novedades a mis clientes.

El reto de las clases online

Dar clases siempre me ha parecido un reto. Organizar la información y experiencia de forma que sea comprensible, perdurable y útil para los alumnos es algo que me parece muy serio y delicado. Además, de lograr hacer una evaluación lo suficientemente ajustada para poder medir el entendimiento y retención del estudiante. Por eso, hasta ahora todos mis entrenamientos y clases eran presenciales, porque me ofrecían la ventaja de ir evaluando las reacciones y hacer los ajustes o retoques necesarios en vivo para mejorar la experiencia del curso. Evidentemente esto es una gran limitante de las clases online, pero considerando el escenario de confinamiento en el que nos encontramos a nivel mundial, es un mal menor que no nos puede detener.

Por otra parte, adicional al reto de planificar clases online, está el hecho de que vivo en Venezuela y la conexión a internet es inestable. Este es un mal que nos afecta a todos profesores y alumnos. Que a la hora de asumir el reto de digitalizar nuestra educación debemos considerar el factor tecnológico.

  • ¿Cómo proveernos de un internet estable? Tener más de una conexión.
  • ¿Cómo disponer de un espacio para las clases? Sea que vayamos a grabar, transmitir o ver las clases es preciso acondicionar un espacio, y en Venezuela, muchas casas sufren de hacinamiento hoy en día.
  • ¿Tener un dispositivo para la transmisión? Debemos proveernos de un computador, laptop o al menos un smartphone para poder conectarnos a las clases. Esto para muchos estudiantes es un reto pues la mayoría de los equipos los comparten con la familia (donde pueden haber hoy en día varios trabajadores remotos o estudiantes a distancia).

Finalmente, el reto es poder alinear una buena planificación académica con un mínimo de condiciones técnicas para garantizar la fluidez de la comunicación y aprendizaje.

Mi primera experiencia dando un curso online

Aunque no parezca con mi añoranza por las clases presenciales. La verdad es que siempre había pensado que en algún momento me gustaría incurrir en la grabación de cursos. Después de todo con las asesorías online he tenido muy buenos resultados. Pero, siempre estaba mi escasa disponibilidad de agenda para planificar la producción de dar clases online.

En todo caso, tres meses de confinamiento fueron suficientes para llevar mis cursos al mundo online. El primero que vio luz online fue “Aprende SEO y conviértete en un redactor integral”, a principios de julio de 2020.

Consideraciones importantes a la hora de lanzar este curso fueron:

  1. Tener un público objetivo.
  2. Diseñar una propuesta académica de valor atractiva para la comercialización.
  3. Definir la duración del curso.
  4. Agendar una hora para el curso, considerando la posibilidad de que hayan personas de distintos husos horarios, distintos países.
  5. Elegir la plataforma de transmisión (Google Meet).
  6. Definir el número de participantes, opté igual que en mis cursos presenciales en tener 6 – 10 participantes, me parece un buen número para poder atender de forma más cercana y detallada.

Esta fue una gran experiencia, el internet esa mañana estuvo muy estable, pasé dos horas volviendo a compartir mi conocimiento y lo más importante logré recuperar digitalmente una de mis líneas de negocio.

Ahora, estoy en la segunda fase de la digitalización de mi enseñanza digital. Esta consiste en un programa de aprendizaje totalmente descentralizado y remoto, para que los estudiantes puedan ir aprendiendo a su ritmo y conexión. En estos momentos, estoy trabajando esta modalidad con mis alumnos del Instituto de Diseño Darias. De esta forma, los jóvenes pueden continuar con su formación ante la continua extensión del régimen de cuarentena por el aumento de casos de COVID-19.

Construir un salón de clases a distancia

Un trimestre académico implica 9 semanas de clases, lo cual en régimen presencial son 15 horas de clases. En modalidad online debo ser capaz de cubrir la misma cantidad de contenido en un tiempo similar, aunque sin la interacción en vivo las explicaciones son mucho más rápidas. Decidí que para hacer un programa formativo de varias semanas lo mejor era una plataforma descentralizada, ya que en Venezuela no puedo garantizar profesor y alumnos se puedan conectar, de manera estable al mismo tiempo y varios días.

Así que en este caso la solución no es el streaming. Luego de revisar varias opciones para la enseñanza seleccioné Classroom, un maravilloso producto Google, que me permite usar todo su potencial para mis clases de forma gratuita.

Siempre he dicho uno de nuestros grandes capitales de emprendimiento es el tiempo. En la digitalización de este negocio educativo ha sido un recurso clave. Principalmente porque he tenido que aprender unas cuantas cosas de producción de vídeos, para poder iniciar.

El método de trabajo en Classroom para dar clases online

  • Primero, aprender a grabar mis clases, enfrentarme a la cámara y un poco más de oratoria. Para esto estoy usando el programa OBS, que me permite grabar mi pantalla donde comparto la información de la clase y también grabo mi cámara. Aunque yo no pueda ver a mis alumnos que ellos me puedan ver y distinguir mis expresiones y énfasis (soy muy gestual) es muy importante. De hecho, estudios relacionados indican que ver al profesor facilita el aprendizaje online.
  • Luego, una vez la clase está grabada la subo a YouTube, modo oculto, esto permite optimizar la descarga para mis alumnos, ya que la plataforma optimiza la distribución aún si el usuario tiene mal internet.
  • Siguiente, con la clase online, creo un tema en Classroom por cada clase, así todo queda ordenado. Cada clase contiene varios vídeos, son breves para mejorar la visualización y entendimiento, una guía PDF.

Retroalimentación y evaluación en Classroom

  • Posteriormente, la retroalimentación es muy importante. Ya no veo las caras de mis alumnos pero sí los leo mucho más. Ahora sé que están pensando. Uso las herramientas de preguntas (tipo foro), donde coloco una pregunta que motiva la investigación complementaria del estudiante a la luz de lo explicado en el vídeo.
  • Para evaluar la retención y aprendizaje uso los formularios de Google, que están muy bien integrados en Classroom, son una maravilla. Tip para usar formularios en Classroom, limita la respuesta a una persona para que el alumno tenga que estar registrado con su correo y puedas llevar el control.
  • La comunicación es muy fluida usando Classroom, tenemos también un muro de clase en el que puedo subir información, anuncios o indicaciones adicionales. También los alumnos pueden comentar o hacer consultas generales.
  • Las notificaciones de tareas son muy útiles, a los alumnos les llegan correos automáticos para informarles o recordarles tienen tareas por entregar.
  • En cuanto a las calificaciones, tengo toda una sección para ir viendo la evolución de cada alumno, al que voy calificando tarea por tarea. En el caso de las clases del Instituto de Diseño Darias, también me sirven como herramienta para medir asistencia o compromiso con la materia. Evitando también tener alumnos rezagados.

Me gusta la experiencia de enseñar a distancia

En lo personal esta cuarentena prolongada me ha permitido descubrir y hacer muchas cosas, tanto a nivel personal como profesional. Sin duda alguna, dar clases a distancia ha sido una de las más interesantes y satisfactorias. Ya me encuentro realizando la digitalización de todos mis cursos y preparando su lanzamiento.

En definitiva, las crisis nos cambian todo pero, siempre debemos encontrar la forma de seguir caminando. Adaptarnos a las circunstancias y entender que siempre estamos viviendo un momento único e histórico.

Especialmente, en este contexto mundial debemos aprovechar de seguir adelante y apoyar a aquellos que tienen mayores dificultades.